Lo que comenzó pareciendo una idea loca de nuestro querido colega Sergio Peñalver (aka Mandíbul) acabó teniendo todo el sentido del mundo, nada mejor que celebrar un festival de Heavy Metal para reunir a un montón de colegas que se conocieron y crecieron con la causa, y además en su casa. Grandioso.
La entrada era más que asequible (15 € anticipada, 18 € taquilla), y las bandas una gran selección del panorama metálico nacional, sin ahondar mucho en lo extremo, sino más bien en lo clásico, con Retador de Málaga destacando en decibelios con su Thrash Metal sodomita-kreatoriano, los catalanes Whirlwind y Redshark portando la bandera más heavy, los primeros en una línea mas europea (Running Wild, Helloween y compañía) y los segundos quizá mas yankee (puro US Metal por momentos), y con los murcianos Iron Curtain encabezando como toca, con sus aires Tank-Motörheadianos y sus cinco discos bajo el brazo.
Los malagueños Retador se lo curraron con su Thrash en castellano, presentaron los temas de su primer y homónimo ‘Retador’ (2022) y nos obsequiaron con un ‘Raining Blood’ de Slayer para completar. Mucha entrega y seriedad y un sonido óptimo para abrir un festival, que seguiría siendo óptimo en el peor de los casos y cristalino ya en la recta final.
Los power-metaleros Whirlwind trasladaron al directo su épico-histórico debut ‘1714’ (2022) de manera solvente y competente, con esos timbres tan germanos suyos contando muy curiosa y acertadamente uno de los episodios bélicos de la Historia de Catalunya. El sonido acompañó decentemente y el ‘Run If You Can’ de Accept elevó el clímax, algo que se torna habitualmente necesario cuando las bandas no disponen todavía de la suficiente discografía y/o el respetable no está muy familiarizado con ella. Buena puesta en escena, y el aforo y la cerveza llenando huecos por momentos.
Los también catalanes Redshark presentaban en esta ocasión su ‘Digital Race’ (2022), uno de los mejores discos de Heavy Metal facturados recientemente por estas tierras, y que desgranaron con cañonazos como ‘The Drill State’, ‘Never Too Late’, ‘Kill You Idol’ o el video-single ‘Mars Recall’, entre otros. Guitarras incendiarias, voces rotas american-style y mucha energía sobre el escenario, con Philip Graves haciendo doblete (aquí guitarras y en Whirlwind al bajo) y un sonido más que aceptable, aunque esa ejecución mereció algo mejor, no obstante fue en todo momento óptimo y en ningún momento se hizo bola, como decía al principio. Bolazo y ganas de que editen nuevo material cuanto antes.
Los murcianos Iron Curtain presentaban su reciente ‘Savage Dawn’ (2024), sin duda su disco más trabajado hasta la fecha, tanto en composición como en producción y presentación, y para mi gusto dieron un bolo prácticamente perfecto, tanto en sonido como en ejecución, y midiendo mucho el timing, tablas mediante. Sonaron perlas como ‘Devil’s Eyes’, ‘Gypsy Rocker’, ‘Thy Wolf’ o ‘Tyger Speed’, y en el cover de ‘Metal Daze’ de Manowar las vallas se alzaron cuales puños cruzados al viento. Remataron la faena con ‘Brigadas Satánicas’, con muletas invertidas y un público ya totalmente entregado y noqueado. Como anécdota adicional, Mike Leprosy contó que una neumonía a punto estuvo de dejarle fuera de la cita a él y a Sergio, a este último por infarto sobrevenido.
La organización fue perfecta en todos los sentidos (hasta nos ubicaron en cuevas a grupos y respetable), algo muy loable para la primera edición de un festival. La barra fluyó alegre y con precios asequibles, a la próxima a ver si pueden incluir algo de avituallamiento sólido para compensar (en cualquier caso había total libertad para salir a cenar). Y papeleras, Mandíbul. Papeleras de Metal.
Éxito total del primer Metalmaurel Festival y ya esperando el del año que viene, al que ningun@ de vosotr@s podéis faltar.
Bubbath
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